La Dificultad de Ethereum: Analizando las Razones de su Caída desde la Teoría de las Tres Bandejas
Recientemente, Ethereum parece haber caído en un estado de letargo, a pesar de que su tecnología y base de desarrolladores siguen siendo sólidas, el rendimiento del mercado no es satisfactorio. Analicemos este fenómeno a través de dos perspectivas: oferta y demanda, aplicando la teoría de tres etapas.
Análisis del lado de la demanda
La demanda de Ethereum se puede dividir en dos aspectos: interno y externo.
La demanda interna se refiere principalmente a las nuevas aplicaciones emergentes valoradas en ETH, que son impulsadas por los avances tecnológicos de Ethereum, como las ICO y la ola de DeFi del pasado. Sin embargo, en este ciclo alcista, las principales narrativas como L2 y el Restaking no han logrado impulsar el volumen de transacciones como se esperaba. El ecosistema L2 está altamente superpuesto con la cadena principal, lo que dificulta un crecimiento explosivo; mientras que los proyectos de Restaking, aunque han bloqueado una parte del ETH, a menudo tienen el poder de fijar precios en los intercambios en lugar de en la cadena, lo cual es muy diferente a la situación de proyectos como YFI y CRV en el ciclo alcista anterior.
Además, el efecto del mecanismo de quema introducido por EIP1559 se ha visto seriamente afectado debido a la migración a L2. La gran cantidad de transacciones trasladadas a la red L2 ha llevado a una reducción significativa en la cantidad de quema en la cadena principal, debilitando la demanda de ETH.
En cuanto a la demanda externa, el entorno macroeconómico ha pasado de una fase de flexibilización a una de contracción. Las herramientas de inversión institucional también han cambiado de un flujo unidireccional hacia el fideicomiso Grayscale a un ETF de entrada y salida. Los datos muestran que, desde que se lanzó el ETF de ETH hace un mes, ha habido una salida neta, lo que contrasta marcadamente con la situación del ETF de Bitcoin, reflejando la falta de confianza de los inversores en Ethereum.
Análisis del lado de la oferta
Ethereum, tras su transición de POW a POS, ha experimentado un cambio fundamental en su estructura de suministro.
En la era POW, los mineros enfrentan altos costos fijos y variables, incluidos los de las máquinas de minería, la electricidad y el alojamiento, que están denominados en moneda fiduciaria y no son recuperables. Cuando el precio de ETH es inferior al costo de minería, los mineros optan por suspender las ventas, lo que proporciona un soporte al precio de ETH.
Sin embargo, la estructura de costos a la que se enfrentan los validadores y los apostadores en la era POS es completamente diferente. Los costos de infraestructura de los validadores pueden ser diluidos por una gran cantidad de ETH apostado, mientras que los apostadores prácticamente no tienen otros gastos además del costo de oportunidad. Esto significa que ya no existe un "precio de apagado" claro, y los apostadores pueden seguir vendiendo ETH a cualquier precio, careciendo de ese límite de precio natural que existía en la era POW.
Lecciones históricas y perspectivas futuras
La raíz de la actual crisis de Ethereum se remonta al final del auge de las ICO en 2018. En ese momento, una gran cantidad de proyectos vendieron ETH de manera desordenada, lo que provocó una caída drástica en los precios. Para evitar que una situación similar vuelva a ocurrir, la comunidad de Ethereum ha reforzado el control sobre el ecosistema, formando un "círculo central" relativamente cerrado.
Esta práctica, aunque estabilizó la situación a corto plazo, también trajo nuevos problemas: redujo la vitalidad del ecosistema, limitó la innovación y la entrada de capital, lo que hizo que Ethereum perdiera gradualmente su ventaja en la competencia del mercado. Además, con el auge de L2 y la presión de suministro derivada de la transformación a POS, Ethereum enfrenta desafíos sin precedentes.
Reflexiones y Revelaciones
Para cualquier activo criptográfico, es crucial establecer un mecanismo de soporte de precios basado en el costo real. Esto ayuda a mantener la estabilidad de precios durante períodos de baja en el mercado.
El desarrollo saludable del ecosistema requiere un equilibrio entre el control y la apertura. Un control excesivo puede sofocar la innovación, mientras que una total libertad puede llevar al caos. Encontrar el punto de equilibrio adecuado es clave.
Como infraestructura, los activos criptográficos deben esforzarse por convertirse en unidades de valoración y fuentes de liquidez dentro de un ecosistema más amplio. Esto no solo puede ampliar la base de demanda, sino también fortalecer el valor a largo plazo de los activos.
La experiencia de Ethereum ha proporcionado valiosas lecciones a toda la industria de las criptomonedas. En el futuro, cómo construir un modelo económico saludable mientras se mantiene la innovación será un factor clave para determinar el éxito o fracaso de los proyectos.
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Ethereum se encuentra en dificultades: la teoría de las tres fases revela las raíces de la caída y los desafíos futuros
La Dificultad de Ethereum: Analizando las Razones de su Caída desde la Teoría de las Tres Bandejas
Recientemente, Ethereum parece haber caído en un estado de letargo, a pesar de que su tecnología y base de desarrolladores siguen siendo sólidas, el rendimiento del mercado no es satisfactorio. Analicemos este fenómeno a través de dos perspectivas: oferta y demanda, aplicando la teoría de tres etapas.
Análisis del lado de la demanda
La demanda de Ethereum se puede dividir en dos aspectos: interno y externo.
La demanda interna se refiere principalmente a las nuevas aplicaciones emergentes valoradas en ETH, que son impulsadas por los avances tecnológicos de Ethereum, como las ICO y la ola de DeFi del pasado. Sin embargo, en este ciclo alcista, las principales narrativas como L2 y el Restaking no han logrado impulsar el volumen de transacciones como se esperaba. El ecosistema L2 está altamente superpuesto con la cadena principal, lo que dificulta un crecimiento explosivo; mientras que los proyectos de Restaking, aunque han bloqueado una parte del ETH, a menudo tienen el poder de fijar precios en los intercambios en lugar de en la cadena, lo cual es muy diferente a la situación de proyectos como YFI y CRV en el ciclo alcista anterior.
Además, el efecto del mecanismo de quema introducido por EIP1559 se ha visto seriamente afectado debido a la migración a L2. La gran cantidad de transacciones trasladadas a la red L2 ha llevado a una reducción significativa en la cantidad de quema en la cadena principal, debilitando la demanda de ETH.
En cuanto a la demanda externa, el entorno macroeconómico ha pasado de una fase de flexibilización a una de contracción. Las herramientas de inversión institucional también han cambiado de un flujo unidireccional hacia el fideicomiso Grayscale a un ETF de entrada y salida. Los datos muestran que, desde que se lanzó el ETF de ETH hace un mes, ha habido una salida neta, lo que contrasta marcadamente con la situación del ETF de Bitcoin, reflejando la falta de confianza de los inversores en Ethereum.
Análisis del lado de la oferta
Ethereum, tras su transición de POW a POS, ha experimentado un cambio fundamental en su estructura de suministro.
En la era POW, los mineros enfrentan altos costos fijos y variables, incluidos los de las máquinas de minería, la electricidad y el alojamiento, que están denominados en moneda fiduciaria y no son recuperables. Cuando el precio de ETH es inferior al costo de minería, los mineros optan por suspender las ventas, lo que proporciona un soporte al precio de ETH.
Sin embargo, la estructura de costos a la que se enfrentan los validadores y los apostadores en la era POS es completamente diferente. Los costos de infraestructura de los validadores pueden ser diluidos por una gran cantidad de ETH apostado, mientras que los apostadores prácticamente no tienen otros gastos además del costo de oportunidad. Esto significa que ya no existe un "precio de apagado" claro, y los apostadores pueden seguir vendiendo ETH a cualquier precio, careciendo de ese límite de precio natural que existía en la era POW.
Lecciones históricas y perspectivas futuras
La raíz de la actual crisis de Ethereum se remonta al final del auge de las ICO en 2018. En ese momento, una gran cantidad de proyectos vendieron ETH de manera desordenada, lo que provocó una caída drástica en los precios. Para evitar que una situación similar vuelva a ocurrir, la comunidad de Ethereum ha reforzado el control sobre el ecosistema, formando un "círculo central" relativamente cerrado.
Esta práctica, aunque estabilizó la situación a corto plazo, también trajo nuevos problemas: redujo la vitalidad del ecosistema, limitó la innovación y la entrada de capital, lo que hizo que Ethereum perdiera gradualmente su ventaja en la competencia del mercado. Además, con el auge de L2 y la presión de suministro derivada de la transformación a POS, Ethereum enfrenta desafíos sin precedentes.
Reflexiones y Revelaciones
Para cualquier activo criptográfico, es crucial establecer un mecanismo de soporte de precios basado en el costo real. Esto ayuda a mantener la estabilidad de precios durante períodos de baja en el mercado.
El desarrollo saludable del ecosistema requiere un equilibrio entre el control y la apertura. Un control excesivo puede sofocar la innovación, mientras que una total libertad puede llevar al caos. Encontrar el punto de equilibrio adecuado es clave.
Como infraestructura, los activos criptográficos deben esforzarse por convertirse en unidades de valoración y fuentes de liquidez dentro de un ecosistema más amplio. Esto no solo puede ampliar la base de demanda, sino también fortalecer el valor a largo plazo de los activos.
La experiencia de Ethereum ha proporcionado valiosas lecciones a toda la industria de las criptomonedas. En el futuro, cómo construir un modelo económico saludable mientras se mantiene la innovación será un factor clave para determinar el éxito o fracaso de los proyectos.